RAZONES
MÚLTIPLES PARA EL DESAMOR
Porque
el deseo siempre se convierte en añoranza
Porque
los cuerpos se delimitan en la propia saña
Porque
el descuido de la voz aboca a la desgracia
Porque
la sombra se pliega indemne en sus entrañas
Porque
la piedad calcula hitos y al final amarga
Porque
decir amor deja desnuda la palabra
Porque
la luz ataca por la espalda
Porque
el pulso late hasta el hastío
Porque
los ojos se abarcan, pero no la mirada
Porque
la boca sigue siendo ajena a pesar del beso
Porque
la gana se sacia sin colmar el ansia.
(Agustín B.
Sequeros, Salamanca, enero 2015)
Neo modernista de alma y a favor de que siempre nos quede alguna razón para el amor, a este gran poeta salmantino le diría:
ResponderEliminarCorazonadas
Henchir el deseo de un soplo
Insufla la luz
las sombras de silencio,
de latido,
de mirada.
Porque la boca una.
Porque los besos.
Porque decir amor evito
si tengo tu alma.
Lo que me entusiasma Agustín de tu poema es que esbozas sabiamente la presencia del desencuentro, tan "real" y tus versos siguen siendo Poesía ( con mayúscula).
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