Poeta
Hemos nacido para el amor del agua,
para la mansedumbre.
El ahogo es la voz de los poetas,
el rostro sumergido,
la boca fría que se desdibuja.
Nuestro cuerpo se ablanda en los silencios,
se torna inútil para escribir la historia.
Para escribir la garra de la historia.
En el amor del agua,
en el lugar exacto donde comienza el signo
de la podredumbre,
se sella la garganta y se diluye el labio.
Luego,
la lluvia siempre cae.
Como un amante que acontece el lecho.
©Soledad Sánchez Mulas
Se nota unavoz de mujer. Esa pluma dulce y su expresión de fortaleza. Hermoso
ResponderEliminarpoema.
Gracias por la difusión de este excelente blog.
Lu