El rascacielos cambia su constante
entre las aguas
en lo mortífero de la leyenda
sobre las antenas de provocación.
Algunos pájaros silban en las azoteas
y planean su programa
sobre las vidrieras de Wall Street.
Huele a color carcomido
a mensajes de subway
a restos de celuloide.
En Times Square
el reloj no pretende modificaciones
y mantiene al mendigo
que fuerza su mano en la entelequia.
Ha llegado el momento
de integrarse en una cueva de jazz.
entre las aguas
en lo mortífero de la leyenda
sobre las antenas de provocación.
Algunos pájaros silban en las azoteas
y planean su programa
sobre las vidrieras de Wall Street.
Huele a color carcomido
a mensajes de subway
a restos de celuloide.
En Times Square
el reloj no pretende modificaciones
y mantiene al mendigo
que fuerza su mano en la entelequia.
Ha llegado el momento
de integrarse en una cueva de jazz.
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