El mundo y su verdad
Pero no sin razón y desafío,
lamento del honor en su pecado,
sólo la noche rinde lo acordado,
callando la palabra en ti confío.
Rezas de mi dolor y escalofrío,
la voz en el recuerdo enamorado,
sin conocer la senda del pasado,
ni la verdad del mundo, ni el hastío.
Cándida luz que vierte su alegría,
en páginas de fácil desventura,
ignorando falaz sabiduría.
No proclames color a la obertura
con el ciego mirar del que porfía,
sin olvidar traición y sepultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario