EN LA HISTORIA...Por Jimmy Valdez-Osaku

En la historia soy el tipo apostado en el saliente cuyo disparo abre bocas y torsos. No se moleste con preguntas tontas, no tema. Esas pequeñas ranuras en la culata del fusil significan lo que significan.
Cuídese de levantar la cabeza, habemos muchos y en todos los bandos. Manténgase bajo, jamás solloce, que estando donde está cualquier novato le disfraza el círculo de los ojos.
Olvide la necedad de los entierros, olvide que tiene nariz, olvídese de pan. Ponga un cigarrillo en sus labios, sin osar encenderlo. Le advierto, no querrá usted andar por ahí sin quijada.

Quédese manso, no se mueva! Me hace usted cobrarle por el hambre, me hace usted apretar el gatillo. Quédese quieto, no se revuelva como culebra! Quédese en paz, no levante las manos con ese ahogo de flemas y sangre. Quédese quieto niño, no llore!
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La radio tiene la mano muerta. Una mano azul rota (insoportablemente suspicaz) con sonidos y estáticas, pidiendo auxilio.
La mano quedó sin orejas, quedó sin cuerpo, quedó sin saludar la llegada de refuerzos. La mano que no toma café, que no sonríe, que igual no recibirá propina, ningún dulce.
La mano de las fosas comunes, la que debe acostumbrarse a las oscurecidas órdenes de avance (intermitentes, sordas) ya que la mano sigue aferrada a la radio, con desvalida mugre , pidiendo proyectil, pidiendo obús, destrozo al enemigo más allá de aquel punto en el poniente.
La mano y sus cinco dedos torcidos, la mano azul, la mutilada radio en el paisaje…