DEMÁS RESULTA....Por Jimmy Valdez

El panorama social, político y económico del país es dantesco. El pueblo se encuentra ahogado en uno de los momentos más crueles e inhumanos de los tantos que ha conocido la nación a lo largo y ancho de su historia (partidos políticos, transnacionales y crimen organizado están despedazando todo al antojo y gracia de sus malvados beneficios).

Demás resulta señalar a los responsables de siempre (conocemos sus nombres, el cómo viven, el cómo se burlan sistemáticamente de las leyes, la constitución y la miseria que provocan sus raterías).  Vamos involucionando, degradando hasta lo indolente el ser dominicano.

Todas las instituciones estatales están permeadas por la corrupción, la prepotencia y la negligencia más grosera. El robo es a la franca (y tanto roba el que dirige, como los que laboran en las posiciones de menor rango). La deuda pública aumenta cada día, como aumentan las arcas personales de los “honorables miembros” de las cámaras legislativas. 

El patrimonio cultural, acuático, medioambiental, humano, es caña pa el ingenio. Si hay peculio todo es posible (todo se vende, se destruye, se vuelve polvo). A pocos les importa, y a los que les importa se les denigra, humilla, arrincona de forma salvaje, rastrera, traidora.

La República Dominicana, es una hermosa idea trunca, apuñalada desde dentro. Organizada a partir de sus cimientos para amargura de los más humildes y en beneficio de los eternos tutumpotes y demás acólitos del poder (arribistas, bisagras, embaucadores).

Lo bueno del país queda en veremos, en acertijos, en preguntas, pues no tiene explicación tanto silencio, tanto aguante, tanta indolencia y apoyo a las mismas mafias de la partidocracia nuestra en las urnas en cada una de las elecciones (por lo pronto sólo puedo ver una esperanza en razón del voto, y esa esperanza es Alianza País y su candidato Guillermo Moreno, pues ha demostrado convicción y espíritu de lucha como ningún otro de los hombres en la oposición).

Si el dominicano común no es capaz de elegir con la razón, con el mirarse en la inmensa miseria en la que estamos todos, el país seguirá siendo toda la podredumbre de colores sin presente y sin futuro que nos devora.