Suave,
dentro de suavidad eterna,
entre las musas que desnudan su llanto
con el siempre en sus límites
para cantar esta cruel ventura
la soledad de infancia
y la mentira de las promisiones.
Mirando con ceguera al cielo
vives las avenidas de limosna
y ocultas la llaga de tu melodía.
Luego duermes las noches
con lujuria coartada
y acaricias los cuerpos que llegaron contigo
para saber seguro que tu camino acaba
que fuiste conjunción de un ciclo..
Un hombre solo
maldito de sus células
oculto entre galaxias
para difuminar...
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