Viejos
modos, otros modos.
Amenazas venablos infinitos.
Te burlas de mi esencia y mis colores,
aunque luego me tientas con amores,
al comprender mis verdaderos hitos.
Nunca quise pautar versos malditos,
ni sellar con medallas o clamores,
lo que siempre viví como dolores,
que pronuncian los años en marchito.
Quiero que salves siempre en mis decires,
lo que a nadie entregué. Ni nadie pudo
desafinar mi honor. Quiero que admires,
cercano a mi tristeza, que no dudo
en valorar al sabio. No me tires
al fuego de palabras. No soy mudo.
Amenazas venablos infinitos.
Te burlas de mi esencia y mis colores,
aunque luego me tientas con amores,
al comprender mis verdaderos hitos.
Nunca quise pautar versos malditos,
ni sellar con medallas o clamores,
lo que siempre viví como dolores,
que pronuncian los años en marchito.
Quiero que salves siempre en mis decires,
lo que a nadie entregué. Ni nadie pudo
desafinar mi honor. Quiero que admires,
cercano a mi tristeza, que no dudo
en valorar al sabio. No me tires
al fuego de palabras. No soy mudo.
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