Arrepentido entre tus promiscuidades
emprendo la ruta de longeva desidia
para encontrar el misterio de tus palabras.
Pertenezco a ti,
por más que mis células
quieren revelarse en su consenso,y decir No.
He comprendido que no soy unidad
si acaso colectivos de vida
en oscura simbiosis de permanencia.
En mi orgullo digo YO...YO
pero en sentatez he de recurrir
a todos los yoes que me ocupan,
millones de organismos
que forman plebiscito con mis nieblas.
¿Dónde arrinconar mi debilidad?
¿Acaso el canto del gallo ha entregado su fuerza?
Habito un mundo que al tiempo me habita a mi.
Soy satélite humano y he de seguir girando en elipse
ayudado por la bola que ampara mi desencanto.
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