FUENTE DE PEDREGOSO
¡Qué
torrente de agua
montaña
abajo...!
Vociferaba
entre rocas,
se
espumaba...
Alegre,
divertida,
regalaba
ritmos
bajo
alisos,
robles,
cerezos
y
castaños.
¡Qué
hermosa melodía
al
caer la tarde!
Tres
damas
-sentadas
en la orilla-,
atrapaban
las hojas que surcaban
el
líquido preciado
y,
al ver que las miraba,
sonrieron;
mas
no dijeron nada.
Reinaba
la emoción
y
el embeleso.
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