EL AMANTE BOBO
Hay un rumor de ausencias
que amamanta
este abandono bravío
tierra adentro.
La noche se peina en los
zarzales
y flamean ventanas
albergando pesadumbres
mientras sueñan caricias
de viento los desvanes.
Pero la llaga está
nublando su disturbio
y tu espalda es el reclamo
de un icono.
Parece que amarte no decae
aunque yo me muera en
surtidas aversiones
cuando tú vulneras los
crepúsculos,
camino de asombrados
homicidios.
Vuelve a pedirme que te
esculpa,
la orfandad no está a mi
alcance
a estas alturas de la ira
y eso hiere,
afea los adioses y es
bastarda.
Así que, amor, desanda
los glaciares,
desvístete de olvidos que
hoy es fiesta:
tu nombre sigue en casa y
está esperando.
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