He aquí mi imagen.
He aquí mis últimas
prebendas
enterradas en la arena del olvido.
La inmensidad ha borrado su entorno
y el riachuelo de
infancia
ha frenado sus aguas
frente a mi antigua morada,
para renacer en otro
siglo,
donde mi cuerpo no
recuerda su condición.
Así es la vibración
del tiempo.
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