CRUCIFIXIÓN ENTRE DOS PADRES
La vertical ausencia de mi padre.
La horizontal ausencia de mi madre.
Y, entre las dos, un hueso izquierdo:
Allí
mi media ausencia sea crucificada.
Regresarán al sol las oropéndolas.
Pero, padre, jamás mi padre allí.
Pero, madre, jamás mi madre allí.
Pero, Dios mío, jamás mi Dios allí.
Pero jamás flor de retama allí.
Allí sola mi nuca entre ladrones,
rota de Dios, de padres, de retama,
aquel viernes sin lumbre y sin marías:
aquel sin viernes todo martillazos.
© Antonio Sánchez Zamarreño
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