No puedo alabar
la dimensión de tu presencia.
Me pides que redacte aleluyas
y perdone tus claustros,
pero nadie me obliga
a dejar mi cuerpo entre tu orgullo.
Soy viento
también oración
acaso arcoiris.
Rezo que valores mi senda
y mis cantos de amanecer.
junto a tu aceña
Brindo mi pentagrama
como armisticio a tus deseos
para que podamos pasear infinitos
entre el dorado de las melodías
y en el abrazo de nuestra piedra .
No hay comentarios:
Publicar un comentario