Suplica el mimbral a la luz
que pueble las orillas
que olvidó habitar la primavera,
que la vida se imponga
a la noche desierta
y se llena el aire de promesas,
que vuelvan los pájaros
a tejer sus nidos
y se envuelva la tarde
con sus trinos.
Que solo parezca
que la vida duerme,
en las oscuras aguas
de este engañoso río de silencio.
Paseo de Las ÚRSULAS
jueves, 26 de junio de 2014
LA VIDA DUERME.-Por Elena Díaz Santana
Nací en Salamanca.Allí estudié medicina.Luego marché a USA trabajando como investigador post-doctoral en Yale University.Al tiempo cultivaba poesía y novela y en la poesía sigo.En la actualidad vivo en Barcelona.
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Me conmueve esa suplica del mimbral como lo hace la laguna, que aún profunda, busca en la orilla acariciar mis pies descalzos. Es un canto de luz a la vida lo que nos obsequias. Siempre es maravilloso leerte y aprender de esa humilde suplica con el que comienza este bello poema. un beso enorme
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