La sabiduría no existe.

De nuevo la sensación de haber extendido las alas para
un viaje donde la  sabiduría no existe.


Todo revive y todo muere al tiempo,
la canción se entrecruza con los vapores de  espera,y
y el mecanismo no calcula los suspiros
para completar el crucigrama de salida.


En la puerta espera el astrolabio
queriendo brindar  ayuda  para encontrar
de nuevo la ruta.
 

 Esta noche dormiré  entre los henos para sentir sus olores.
Esta noche podré saber porque la luna gira  en silencio,
alrededor de esta bola que nos conforma.
 

Todo sea loado, sobre todo ese espíritu inaccesible
que acude en las horas para pincelar el último
boceto de  amargura.
Hoy mantengo mi silueta para homenajear a mis dioses.
Hoy comienzo a ser un dios de nuevo

y ellos me aceptan.