Diseñadores
habrá,
clásicos y
vanguardistas.
Para vestir
Salamanca
necesitaron
modistas
que
cortasen bellos paños
en canteras
de arenisca.
Piedra de
Villamayor,
tan mimosa
y apreciada.
Los
martillos y cinceles
sobre tu
tez resonaban
mientras
surgían, como hadas,
filigranas
en tu honor.
Miles de
agujas de nácar,
con hilo
terso y dorado,
concibieron Salamanca,
concibieron Salamanca,
la de los
bellos bordados.
Esta Charra
engalanada
siempre se
deja querer
y hay
tardes que se sonroja
cuando, por
el horizonte,
el Sol la
invita a ir con él.
La Luna
llena de agosto
se
convierte en su aliada,
colosal y
anaranjada,
iluminándole el rostro.
iluminándole el rostro.
Lejos de
ser vanidosa,
es
presumida y coqueta,
por las
noches bulliciosa,
hospitalaria,
serena...
Y
a La Charra la he sentido,
la he
sentido respirar
y
susurrarme al oído
y hasta de
color cambiar
desde que
yo fuera niño
mientras,
el tunante Sol,
a La Charra
le hacía un guiño.
Carlos Blanco Sánchez
En Rincones de
creación, página 9
Salamanca Letra
Contemporánea
Impreso en Salamanca
Talleres Globalia
Artes Gráficas
ISBN:978-84-96603-61-5
Depósito Legal: S.
681-2009
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