Paseo de Las ÚRSULAS

Paseo de Las ÚRSULAS
PASEO DE LAS ÚRSULAS(Salamanca).-Por José Luis Pérez Pablos

domingo, 26 de enero de 2014

Buenos y malos tiempos.-Por JOSÉ MARTÍN BARRIGÓS

Buenos y malos tiempos


Good times bad times 
You know I had my share
   Led Zeppelin



La Historia quita o da la razón al calendario, califica

con perspicaz sentido y perspectiva

buenos y malos tiempos. Es el destino.

Afírmelo quien sepa

que el sufrimiento purifica, amplía la piedad, se compadece

mejor con el espíritu del ángel que preserva

del peligro oneroso a los desventurados habitantes

de este valle de sombras, del Edén a extramuros.

Al correr de los días, puede

que hallemos el faro que nos guíe y el fortín

de acogida, apacible nicho

para librarnos de la maleza y la hojarasca

del bosque en que rebrotan la ira de las uvas o los agraces

vinos de nuestro desencanto.

Entonces, por ensalmo,

ante el espejo de la nueva morada,

volvemos a recobrar la clave

genuina de nuestra filiación, el andamiaje

de la propia entidad. Identidad

en una imagen recobrada a tamaño real

y fiel reflejo de lo que fuera el hito

del estado de dicha de la era

patrialcal, antes de la diáspora. ¡Eterno y ancestral recuerdo!

Vuelvo sobre mis pasos a desandar
l
a senda de los cantos rodados y las granzas

por los pagos de mis antecesores,

abstemios a los hemistiquios y a la rima

de una prosperidad delicuescente. El armario

de luna esconde el texto del alegato contra la disgresión

inútil de la oferta mendaz

por la que pagas el elevado precio

de la loa. ¡Ojala se me pegue la lengua al paladar

y desdibujen los orines del azogue

esta falsa postal, en que aparezco mozo,

al fondo, en el roquedo del paisaje!

Sin la palabra quedo.

Un antes y un después, el devenir

del guiño de un instante

—¡vaya historia cruel! —

y, como conclusión, la loca de la casa

relatará la crónica y anales

de lo más relevante. Tal cual Clio lo acepte como cierto.

Pero siento que el tiempo

no es más que una manera de medir la distancia

y uno está cada día más lejano y ajeno,

trasnochado, remoto, preterido

de la órbita  carnal de los afectos,

allí donde la rueda de la vida

rechina y se enmohece en el secarral de la nostalgia.

Malos tiempos, si no fuera porque

hay escapatoria por las rendijas del poema.

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