Tu
foto en blanco y negro
Eras
frutal con tu vestido a topos
y todos
los naranjos vertidos por tu pecho.
Con los
patios abiertos y los brazos al aire,
lejos
de la pregunta sin respuesta
que se
ha enredado ahora entre tu pelo.
Eras
jugosa encima de los puentes
con tu
sonrisa limpia,
a
salvo, todavía, de esta desolación
que te
ha empapado el cuerpo.
Entonces
no había márgenes oscuros
donde
acotar el pez de una biopsia.
Ni
bosques de jeringas.
Ni
perros ateridos debajo de la lluvia.
Tus
frutos eran sábanas lavadas
con
planes de ternuras y domingos.
Eras
frutal en la ciudad sin trenes,
en la
ausencia del pozo y la moneda,
en la
certeza
de
amanecer radiante
sin
penas azuladas en tus sienes.
Del
poemario La
fragilidad del barro
(2010)
Anorexia
(I) El espejo
La
oscuridad azulada de mi patio
no
tiene más que hueso
para
asirse.
A
veces,
en el
centro,
desnuda,
miro al
cielo.
Una
lágrima negra
escurre
sorprendida
rostro
abajo,
sobre
la dura y afilada duna
en que
se ha convertido
mi
mejilla:
hueso
feliz que asoma
bajo el
párpado.
Y
quisiera salir
a ese
infinito negro,
romper
el cerco óseo
que me
tumba,
volarme
en soledad,
comerme
el miedo.
Del
poemario Encaje
de minúsculas polillas
(1998)
Ante
Jesús Despojado (II)
No me
prohibiste amarte:
me
repartí tu túnica
dejando
al aire el hombre ensangrentado.
Tus
ojos no buscaron más luz
ni más
camino.
Mirabas
en silencio
el
blando vuelo de mi ingenuidad
cuando
supuse
que
darlo todo
no era
morirme debajo de tu cruz.
Me
dejaste seguirte
y a tu
desnuda sombra,
contemplar
el paso de los pájaros,
besar
tu claridad.
Amarte
en tu inocencia,
en tus
ojos cuajados de nieve,
en la
humildad
de tus
muñecas rotas,
de tu
torso estarcido,
de tus
pies abiertos a la orilla del aire,
de tus
labios de plomo.
Tu
vestidura sola
se
deshizo sutil sobre mis hombros
y la
absorbió mi piel.
No me
prohibiste amarte
—en
la tarde de lágrimas—
y
conocí este amor que desnuda y apaga
—en
el viernes de luto—,
que
unge mis cabellos
con la
desposesión.
Del
poemario Besar
tu claridad
(antología de poesía mística, 2004-2013), finalista del Premio
Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo 2013
Muchas felicidades. Un beso.
ResponderEliminarGenial, sole... Pedazo de poeta. Abrazos. Esmeralda
ResponderEliminar"TU FOTO EN BLANCO Y NEGRO",este poema se ha quedado dentro de mi.Bellísimo !!.Gran poeta.Mil gracias Ignacio.
ResponderEliminarMe alegra Blanca, a Soledad le agradará saberlo.Un abrazo.Ignacio
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