Poema Ciencia De Los Cortesanos De Este Siglo de Diego De Torres Villarroel
Bañarse con harina la melena,
ir enseñando a todos la camisa,
espada que no asuste y que dé risa,
su anillo, su reloj y su cadena;
hablar a todos con la faz serena,
besar los pies a misa doña Luisa,
y asistir como cosa muy precisa
al pésame, al placer y enhorabuena;
estar enamorado de sí mismo,
mascullar una arieta en italiano,
y bailar en francés tuerto o derecho;
con esto, y olvidar el catecismo,
cátate hecho y derecho cortesano,
mas llevaráte el diablo dicho y hecho.
ir enseñando a todos la camisa,
espada que no asuste y que dé risa,
su anillo, su reloj y su cadena;
hablar a todos con la faz serena,
besar los pies a misa doña Luisa,
y asistir como cosa muy precisa
al pésame, al placer y enhorabuena;
estar enamorado de sí mismo,
mascullar una arieta en italiano,
y bailar en francés tuerto o derecho;
con esto, y olvidar el catecismo,
cátate hecho y derecho cortesano,
mas llevaráte el diablo dicho y hecho.
Poema Vida Bribona de Diego De Torres Villarroel
En una cuna pobre fui metido,
entre bayetas burdas mal fajado,
donde salí robusto y bien templado,
y el rústico pellejo muy curtido.
A la naturaleza le he debido
más que el señor, el rico y potentado,
pues le hizo sin sosiego delicado,
y a mí con desahogo bien fornido.
Él se cubre de seda, que no abriga,
yo resisto con lana a la inclemencia;
él por comer se asusta y se fatiga,
yo soy feliz, si halago a mi conciencia,
pues lleno a todas horas la barriga,
fiado de que hay Dios y providencia.
entre bayetas burdas mal fajado,
donde salí robusto y bien templado,
y el rústico pellejo muy curtido.
A la naturaleza le he debido
más que el señor, el rico y potentado,
pues le hizo sin sosiego delicado,
y a mí con desahogo bien fornido.
Él se cubre de seda, que no abriga,
yo resisto con lana a la inclemencia;
él por comer se asusta y se fatiga,
yo soy feliz, si halago a mi conciencia,
pues lleno a todas horas la barriga,
fiado de que hay Dios y providencia.
Poema Respuesta A Filis de Diego De Torres Villarroel
Mísero, pobre, solo y abatido,
vivo en este infeliz yermo poblado,
y no siendo elección ser desdichado
de ser tan desdichado estoy corrido:
no sirve la razón ni le ha servido
a quien domina lo cruel del hado,
que es infeliz a veces el cuidado,
como glorioso a veces el descuido.
En mandarme que viva alegremente
añades más tormentos a mis sustos,
pues no puedo ser, Filis, obediente.
¿Cómo podré esconderme a los disgustos
si es mártir cada cual del mal que siente,
y nadie es arquitecto de sus gustos?
vivo en este infeliz yermo poblado,
y no siendo elección ser desdichado
de ser tan desdichado estoy corrido:
no sirve la razón ni le ha servido
a quien domina lo cruel del hado,
que es infeliz a veces el cuidado,
como glorioso a veces el descuido.
En mandarme que viva alegremente
añades más tormentos a mis sustos,
pues no puedo ser, Filis, obediente.
¿Cómo podré esconderme a los disgustos
si es mártir cada cual del mal que siente,
y nadie es arquitecto de sus gustos?
Cuando la miseria se cuelga en el dominio de la realidad, nacen los poemas, Ignacio...
ResponderEliminarUn abrazo inmenso.
Gracias amigo Sarco, una sorpresa tu presencia y un honor tus criterios.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Ignacio