Y allí estaba contigo:
las manos junto a la piedra amatista
y los jardines balanceándose
en su rito de entrega.
Descansábamos
en la ternura de un Rockefeller Rose Garden
recordando nuestro invierno ,
como una bruma que protegía la ceremonia
y volábamos
reíamos
dominábamos las olas adversas
con la omnipotencia del que sabe
que las aguas son verdadero mensaje
y un hiato de universo.
Luego…en ese cofre intemporallas manos junto a la piedra amatista
y los jardines balanceándose
en su rito de entrega.
Descansábamos
en la ternura de un Rockefeller Rose Garden
recordando nuestro invierno ,
como una bruma que protegía la ceremonia
y volábamos
reíamos
dominábamos las olas adversas
con la omnipotencia del que sabe
que las aguas son verdadero mensaje
y un hiato de universo.
sellamos nuestros cuerpos
en cadencia de melodía
para alabar el todo de nuestra mirada…
Aún seguimos allí:
lineas paralelas que se aman
y saben del infinito de su encuentro.
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